El Gobierno
de la Ciudad de Salta se encuentra elaborando el Plan Rector de Gestión del Riesgo, que es un texto
ordenando con el conjunto de planes de contingencia y los protocolos de acción
como directriz para los organismos de respuesta en caso de desastres naturales.
Este plan se inserta en la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, de
Naciones Unidas y es fundamental como tarea de prevención.
Como es sabido “…La
Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las
Naciones Unidas (UNISDR) está trabajando con sus contrapartes para aumentar el grado de conciencia y
compromiso en torno a las prácticas del desarrollo sostenible, como medio
para reducir el riesgo de desastres e incrementar el bienestar y la seguridad
de los ciudadanos —invertir hoy para un mañana mejor. Con base nueva
campaña en el 2010 – Desarrollo de ciudades resilientes– para
aumentar el grado de sensibilización sobre los beneficios que genera el hecho
de centrarse en la urbanización sostenible para reducir el riesgo de desastres…”
Debemos prepararnos y volvernos
resilientes ante los desastres. Esta no es una frase más, sino que es uno de
los principales fundamentos que tiene la secretaría de la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres de Naciones Unidas para lanzar la
campaña denominada: “Desarrollando ciudades resilientes, Mi ciudad se está
preparando”.
Esta campaña tiene como pilares: el
desarrollar capacidad institucional: Garantizar que la reducción del riesgo de
desastres sea una prioridad nacional y local que cuenta con una sólida base
institucional para su aplicación. Conocer sus riesgos: Identificar, evaluar y
monitorear los riesgos de desastre y mejorar los sistemas de alerta temprana. Incentivar
la comprensión y la concientización pública: Haciendo uso del conocimiento, la
innovación y la educación, incentivar una cultura de seguridad y resiliencia en
todos los niveles. Reducir el riesgo:
Reducir los factores básicos de riesgo a través de medidas de planificación
territorial, ambiental, social y económica. Prepararse y estar listo para
actuar: Fortalecer la preparación en caso de desastre para asegurar una
respuesta eficaz en todos los niveles.
El organismo
a cargo de llevar adelante esta actividad es la Subsecretaría de Prevención y
Emergencias, a cargo de Gastón
Galíndez, creada hace poco más de un año, con capacidad para absorber las
funciones de la Defensa Civil Municipal y teniendo como misión principal: Minimizar el riesgo urbano tomando
como eje la incorporación de conductas proactivas de los principales actores de la comunidad.
Este Plan contempla y describe el conjunto de amenazas tanto geográficos, geológicos como meteorológicos que se pueden ocurrir en la ciudad. Analiza a su vez las vulnerabilidades a las que está expuesta la población en los distintos puntos de la ciudad y, a partir de las hipótesis (tanto las poco frecuentes como las altamente frecuentes, naturales o antrópicas), determina los recursos y capacidades disponibles; y define las necesidades para afrontar los distintos incidentes que pudieran desatarse a lo largo del año.
En este orden de ideas, el Plan, entre otras cosas, define amenazas, probabilidades, vulnerabilidad, capacidades y recursos disponibles, recursos necesarios, representaciones cartográficas de los riesgos, planes de emergencias, organismos y organizaciones intervinientes, comunicaciones y los protocolos de acción en cada caso en particular. Asimismo tendrá definido el método a aplicar para la evaluación de daños y análisis de necesidades, así poder contar rápidamente con un diagnóstico los más acertado posible y así aplicar los recursos indicados en el menor tiempo posible.
Todas estas acciones están enmarcadas en el Sistema Municipal de Gestión del Riesgo de la Ciudad de Salta como estrategia de desarrollo, prevención y manejo de los riesgos mediante una gestión integral.
Entre las principales acciones que se encuentran en desarrollo a los fines de establecer una linea base son el estudio para estimar la vulnerabilidad física media de la Ciudad de Salta, a nivel general y preliminar, considerando las edificaciones destinadas a viviendas (en esta oportunidad se excluyen edificios públicos, grandes negocios, Iglesias, escuelas, que están siendo estudiadas por otros grupos de trabajo).
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